El manatí

A los manatíes también se les conoce vulgarmente como vacas marinas. Actualmente sólo sobreviven cuatro especies.

Son herbívoros muy tranquilos. Pasan la mayor parte de su tiempo buscando y alimentándose de las algas y plantas en los lechos de los ríos y marinos, de aguas poco profundas.Viven en aguas tanto dulces como saladas, cerca de las costas de América y África.

Debido a que los manatíes son animales de gran tamaño, tienen pocos depredadores naturales, por lo que se podría decir que su único depredador es el hombre; y aunque no existen registros, se cree que con poca frecuencia las orcas podrían atacar a estos animales, pero debido a que los manatís permanecen la mayor parte de su vida en aguas poco profundas y esto dificulta el acceso de las orcas a ellos, por lo estos ataques se consideran casi inexistentes.

La longitud del cuerpo alcanza entre 3 y 6 metros, y el peso oscila entre 300 y 500 kg. El cuerpo es gris con algunos tonos rosados. Se distinguen de los dugongos por tener una cola aplanada horizontalmente en forma de espátula, en vez de forma de media luna.

Se encuentra en la lista de animales vulnerables a la extinción, lo que significa que si su número no se incrementa y sus hábitats no son protegidos, la especie no sobrevivirá. Un problema adicional es que los manatíes se reproducen muy lentamente, ya que la capacidad reproductora del manatí es relativamente baja, comparada con la de otros mamíferos.

A partir de los 5 años de edad, una hembra ya está preparada para procrear, y cada 2-5 años podrá dar a luz una cría, la cual, al nacer, en promedio pesa 35 kg y mide de 90 a 120 cm de largo. La cría depende totalmente de su madre y permanece con ella al menos durante los 2 primeros años de vida. Solamente la hembra se encarga de cuidar la cría, dándole leche hasta que sus dientes están bien formados para comer alimentos duros. Son adultos a los 4 años y pueden llegar a vivir hasta los 80.

Los manatíes han sido cazados, principalmente por su carne y su grasa, aunque en la actualidad sus especies están protegidas. La expansión humana ha reducido su hábitat natural en muchas áreas. Además, los manatíes ingieren sustancias tóxicas o metálicas mezcladas con los vegetales que comen, y muchos han sido heridos por los botes de motor.